Horizontes.
Artistas seleccionados
ISAAC OLVERA
«La profanación de una mirada explícita». 2022.
Impresiones fotográficas de gran formato.
Descripción de la obra
Isaac Olvera propone una serie de imágenes, resultado de un ejercicio performático realizado por él mismo, durante los trabajos de rehabilitación de la Fuente de Neptuno o Fuente de la vida, en el que entabla, en franca correspondencia, casi una danza, con los cuerpos de este conjunto escultórico, monumental y simbólico, volviéndose parte por momentos, del mismo. Colocarse en este lugar le permite tener acceso a un punto de vista único desde el cual explorar la relación del cuerpo de los sujetos con la plaza pública, la idiosincrasia regiomontana, el paisaje y la arquitectura.
La obra de Isaac construye escenarios sociales a través del performance. En este caso, la construcción de imágenes a partir de la mirada del propio autor (a manera de selfies) se convierte en un mecanismo que le permite pasar de lo íntimo a lo público, estableciendo un vínculo entre las posibilidades de representación y el imaginario político-social.
En el caso de La profanación de una mirada explícita, el lugar que estas imágenes ocupan, de forma temporal, es el que, por lo general, está destinado a la publicidad, una imagen de gran formato que llama la atención para anunciar o vender algo, o bien para transmitir algún mensaje de orden político, o religioso. Esta posición, que utiliza a los grandes edificios que circundan la Macroplaza como soporte, es la que le incumbe al artista para contar la historia de un ciudadano que a pie de calle, genera una conexión particular con el monumento y supera la barrera de lo simbólico y lo material, en tanto que la fuente posee diferentes significados, que se acentúan en el espacio por su gran tamaño, la alegoría y la desnudez expuesta, atenuada por una suerte de romance moderno con el mito.
La fuente es tomada como punto de partida para abrir la posibilidad de distintos niveles de comunicación desde aquellos que implican al cuerpo y su dimensión física en el espacio, en este caso de la Macroplaza, hasta los que conducen al análisis de cada elemento por separado, incluidos, por supuesto, nosotros mismos, frente a este discurso -por añadido en este contexto- del triunfo regiomontano sobre los elementos, el agua en este caso, o bien, la mera celebración en tanto que exaltación de valores universales, si pensamos en el relato mitológico del dios de los mares triunfante en plena plaza o bien aquellos relacionados con la identidad, las numerosas y personales interpretaciones que podemos hacer en libertad y para nosotros, en secreto.
Las imágenes que se muestran, a manera de documento posterior a la acción de Isaac Olvera al interior de la fuente, están concebidas para verse desde este mismo lugar, como si al estar junto a esta estructura tan familiar, tuviéramos la opción de entrar y jugar el mismo juego, a relacionarnos con estas figuras, arquetipos universales, aunque susceptibles de ser adaptadas o adoptadas como figuras significativas en el terreno de lo personal, aquello que para unos puede ser la imagen del progreso, la abundancia o de fenómenos meteorológicos, para otros puede representar incluso, cierto erotismo.
Semblanza del artista
Isaac Olvera (Zacatlán, Puebla. 1982). Con su obra construye escenarios sociales críticos a través de acciones y soportes multidisciplinarios. Parte de una observación detallada que transita entre la literatura y el voyeurismo urbano, la práctica de Olvera incluye textos –frases, guiones y ensayos absurdos– vinculados a obras en la frontera entre teatro, performance, gráfica, video y escultura.
Ha exhibido internacionalmente en sitios como Flat Time House, Westminster Reference Library y Gasworks, en Londres, Reino Unido; Hessel Museum, en Nueva York, Estados Unidos de América; Museo de Arte Carrillo Gil, Museo Experimental el Eco, Muca Roma, Casa del Lago y Museo del Chopo, de la UNAM, así como Bikini Wax, espacio independiente y Museo Jumex, en la Ciudad de México. La organización Bold Tendencies le comisionó en el 2007, una obra de sitio específico en Londres, Reino Unido.
Olvera ha participado en residencias en el Museo Experimental el Eco, de la UNAM, Ciudad de México; Flat Time House, Bold Tendencies y Gasworks, Londres; World Event Young Artists, Nottingham, y el Museo de las Américas, Denver, Colorado. Ha sido acreedor de becas por parte de la Fundación Jumex Arte Contemporáneo, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Puebla y la Universidad de las Américas Puebla.