Paradojas Urbanas.

Artistas seleccionados

ROLANDO FLORES *

«Lloradero». 2023.

* Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Adobes elaborados con tierra cruda del Valle de las Salinas, Nuevo León, México, ubicados en la explanada lateral del Teatro de la Ciudad | CONARTE. Medidas variables.

Descripción de la obra

Al considerar como referentes estéticos los elementos de la arquitectura tradicional norestense conocidos como «lloraderos», lo cuales son bajadas de agua a manera de canales abiertos usualmente ubicados en las fachadas de las casas, Rolando Flores Tovar configura esta obra de arte público en la que propone potenciar las posibilidades escultóricas y poéticas de tales bajantes pluviales; una forma de síntesis plástica que reúne diversos aspectos materiales, artesanales y temáticos.

A partir de la producción de bloques de adobe -un material de construcción desde hace tiempo menospreciado, a pesar de las ventajas y bondades en relación a las condiciones climáticas de la región noreste de México-, realizada por un artesano experimentado, se construyó esta escultura pública que, además de subrayar el abandono del uso del adobe y las técnicas artesanales, nos enfrenta al reconocimiento del constante deterioro que sufren las edificaciones históricas no solo de la ciudad de Monterrey y su área metropolitana, sino en otras partes del estado de Nuevo León.

Así mismo, la escultura, posicionada en la explanada lateral del Teatro de la Ciudad | CONARTE, entra en perspectiva urbana y en lectura directa en primer plano con la Capilla de los Dulces Nombres (templo católico de muros de sillar del siglo XIX), en segundo plano con el Barrio Antiguo de Monterrey, uno de los sectores más antiguos de la ciudad y en tercero con el Cerro de la Silla, monumento natural de la región; enfatiza el devenir histórico-cultural de una sociedad envuelta en el imaginario de lo nuevo como sinónimo de progreso y desarrollo y lo antiguo como obsoleto e inútil.

Se agrega a la observación conceptual el descriptivo propio del elemento arquitectónico en cuestión: lloradero, como si se tratara de una fuente ocasional que aprovecharía la escasa y preciada agua de las lluvias, además de la confrontación silente ante la Fuente de Neptuno y las esculturas estilo neoclásico descontextualizadas del identitario social en el que se ubican. «Lloradero» conmemoraría la pérdida del patrimonio arquitectónico de la ciudad y de los antiguos oficios relacionados a éste; lloraría por la crisis medioambiental y lloraría por las diferentes crisis sociales vinculadas a ésta.

En colaboración con Don Chon / Restāurika.

Semblanza del artista

Rolando Flores (México, 1975)

Nació en Monterrey, Nuevo León, México, en 1975. Egresado de la Facultad de Artes Visuales, de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Reside en Ciudad de México.

Desde 1998, Rolando Flores ha desarrollado –de manera paralela a su trabajo como miembro del colectivo Tercerunquinto- un cuerpo de obra que afecta el espacio público y privado, cuestionando los límites entre ambos, desarticulando los elementos que componen estos sistemas y desmontando el orden lógico de sus interrelaciones. Además, ha intentado desafiar las fronteras que se establecen alrededor de la constitución y organización de un sistema escultórico, arquitectónico, urbano o institucional, examinando y persiguiendo sus implicaciones y efectos en los ámbitos personal, social, cultural y político.

Al igual que en su trabajo colectivo, le interesan los conceptos y problemas que la práctica alrededor de la escultura atrae: espacio, lugar, sitio, territorio, contexto; ante el problema clásico en el arte de figura-fondo propone uno nuevo como escultura-contexto, para situar a ésta como un medio de representaciones de ideas propias de su lugar.

Así, desde sus inicios, produjo un sencillo e iniciático ejercicio escultórico, que consistió en colocar sobre el piso tres trozos iguales de madera gruesa, para después marcar sus siluetas y desfasarlas ligeramente (S/T, 1998); una serie de inserciones escultóricas-arquitectónicas en los terrenos de un conjunto de asentamientos irregulares en Monterrey (Tres nuevos terrenos, 2003-2004); en su reciente par de trabajos en contextos de las periferias urbanas y sociales, ofreció sin costo distintos materiales de construcción como bloques de hormigón, cemento, arena y varillas de acero a los propietarios de algunas casas construidas con materiales endebles, para luego regresar y registrar el uso dado a ellos (Distribución de materiales de construcción, 2014-2015). Para él, en este tipo de trabajo median algunas formas de reflexión alrededor del problema básico de la escultura, que es el del espacio.

Por otro parte están sus trabajos en el espacio público y los que se posicionan en relación al carácter institucional del aparato artístico contemporáneo. En «Sentido contrario y en zona no permitida» (Monterrey, 2001) consistió en desafiar uno de los principales sistemas de orden urbano que es el vehicular, estacionando incorrectamente un coche y pagando las multas a las que se hizo acreedor, de donde tomó el título. En «Studio visits» (Nueva York, 2008), trabajó a partir de las dinámicas que se generan alrededor de los formatos de vinculación de las residencias artísticas; en este caso, la institución que organiza visitas de estudio de curadores y críticos de arte a los estudios de trabajo que renta a los artistas que llegan a Nueva York con la intención de maximizar sus relaciones profesionales. Para las citas que arregló con los diferentes curadores y críticos, esperó a que ellos tocaran a la puerta de su estudio, pero no les abrió para recibirlos; en lugar de ello, produjo una serie de pequeños videos en donde registra, por dentro, esos momentos en que tocan a la puerta.

En términos de reconocimiento profesional, su trabajo ha sido beneficiado con el Premio UANL 2018 a las Artes, premio Blue Orange 2004 en su categoría de Artistas Emergentes nominados por Francis Alÿs, además de con los programas del FONCA Jóvenes Creadores en sus ediciones 2003-2004 y 2009-2010; en 2008, con el Programa de Intercambio de Residencias Artísticas en Nueva York, y del 2012 al 2014 fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.